Zapallar es uno de los balnearios más bellos y selectos de la costa del Pacífico. Ubicado en una pequeña ensenada con bosques umbrosos y arena dorada, fue bien pensado desde sus orígenes urbanos con una cuidada planificación, destacándose el respeto por el borde costero, dotándolo de encantadores paseos y accesos públicos a la playa, únicos en Chile.
A partir de la añosa caleta se configura el pueblo, rodeado de los cerros La Higuera, El Morro y el Cerro La Cruz, creando un microclima que lo protege de los vientos costeros, pero a su vez facilita la condensación de la niebla, albergando un valioso bosque esclerófilo. Su playa de arena fina, mar cristalino y olas traviesas, está rodeada de tupida vegetación y es sin duda un centro de reunión junto con sus icónicos restaurantes aledaños.
Zapallar tiene una riqueza arquitectónica indiscutible. Su iglesia y las elaboradas grandes casonas de veraneo que están rodeadas de hermosos jardines y parques del 1900, sentaron las bases para su desarrollo inmobiliario a las generaciones venideras, que velan por su cuidado. Hoy existe una rica mezcla entre lo histórico y la construcción contemporánea, en donde se pueden ver obras de grandes exponentes de la arquitectura y paisajismo. Entre sus sinuosas calles, aún existe el encanto de la vida de pueblo, con una creciente cantidad de servicios, a una estratégica hora y media desde Santiago.